CUENTO "EL DRAGÓN QUE NO SABIA VOLAR"

 El Dragón que No Sabía Volar


En lo alto de una montaña cubierta de flores, vivía un pequeño dragón llamado Draco. A diferencia de los otros dragones, Draco no sabía volar. Sus alas eran fuertes, pero cada vez que intentaba alzarse, terminaba en el suelo rodando entre risas.

—No te preocupes —le decía su mamá—, volar no es fácil, pero cuando estés listo, lo lograrás.

Sin embargo, Draco empezaba a sentir que jamás lo conseguiría. Miraba a sus amigos dragones surcar el cielo y deseaba estar allá arriba con ellos. Una tarde, mientras descansaba junto a un arroyo, un sabio búho llamado Olmo se posó en una rama cercana.

—¿Por qué estás triste, pequeño Draco? —preguntó el búho.

—No sé volar —respondió Draco—. He intentado muchas veces, pero siempre me caigo.

Olmo, con su voz serena, le dijo:

—A veces, lo que parece difícil solo requiere un cambio de perspectiva. ¿Has intentado volar desde el suelo, o desde lo alto de una colina?

Draco se quedó pensando. Siempre había intentado volar desde el suelo, pero nunca había considerado intentarlo desde un lugar más alto.

Al día siguiente, Draco decidió probar algo nuevo. Subió hasta la cima de la montaña más alta del valle, donde las nubes parecían estar al alcance de su mano. Su corazón latía con fuerza, pero recordó las palabras de Olmo.

Tomó aire profundamente, extendió sus alas, y con un gran salto, se lanzó al vacío. Al principio, el viento le dio miedo, pero poco a poco, sus alas comenzaron a batir con fuerza y, para su sorpresa, ¡estaba volando!

Draco se sintió libre y feliz. Desde ese día, volaba por los cielos cada vez con más confianza, y comprendió que a veces solo necesitamos ver las cosas desde un ángulo diferente para lograr lo que parece imposible.

Fin.