FÁBULA " LA HORMIGA Y LA LUCIÉRNAGA"

 La Hormiga y la Luciérnaga


En un rincón tranquilo del bosque, vivía una hormiga trabajadora que pasaba sus días recolectando comida y construyendo su hogar con esmero. La hormiga no paraba ni un momento, siempre pensando en el invierno que se avecinaba y en la necesidad de estar preparada.

Una noche, mientras la hormiga cargaba una hoja a su hormiguero, vio a una luciérnaga que brillaba en la oscuridad, volando alegremente de un lado a otro. La luciérnaga parecía despreocupada y feliz, disfrutando de la suave brisa nocturna.

—¿Por qué trabajas tanto, hormiga?— preguntó la luciérnaga mientras descendía para posarse a su lado. —Mira el cielo estrellado, siente la brisa fresca y disfruta de la noche. La vida es corta, ¡deberías divertirte más!

La hormiga, aunque cansada, sonrió y respondió: —Es cierto, la noche es hermosa, pero el invierno se acerca y no quiero pasar hambre ni frío. Mi trabajo ahora me asegurará un refugio cálido y comida cuando el frío llegue. Mientras tú disfrutas ahora, yo estaré segura más adelante.

La luciérnaga se rió, pensando que la hormiga estaba desperdiciando su vida preocupándose demasiado por el futuro. —Yo prefiero disfrutar el presente—, dijo, y se elevó de nuevo en el aire, bailando bajo la luz de la luna.

Pasaron los días, y el invierno finalmente llegó. La nieve cubrió el bosque y el viento soplaba con fuerza. La hormiga, resguardada en su hormiguero, tenía suficiente comida para sobrevivir el invierno. Pero la luciérnaga, que no había preparado nada, se encontró sin refugio y sin comida, y su luz se apagó lentamente.

Moraleja: Es importante disfrutar el presente, pero sin olvidar prepararse para el futuro.

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